Cuando viajo alterno mis formas de alojamiento. Hay destinos en los que elijo hoteles convencionales, otras ocasiones, cuando viajamos por carretera y pasamos solo una noche en cada ciudad, solemos decidirnos por hoteles de carretera, que nos hacen más fácil volver a ponernos en marcha, y otras veces, dependiendo la oferta hotelera y la época del año en la que viajemos, nos decidimos por Airbnb. Localización y precio son los factores principales que nos van a hacer decantarnos por una opción u otra cuando viajamos por placer.
En este post os voy a contar mis experiencias con Airbnb en algunas una de las ciudades que lo he usado, si eres primerizo en esta plataforma, espero servirte de ayuda. Ademas de mostraros como funciona Airbnb en diferentes países, si hay alguna diferencia y si hay algo que debáis tener en cuenta. Y, por supuesto, si queréis reservar vuestro próximo alojamiento desde mi enlace, ambos ganaremos con ello.
Hasta ahora he usado Airbnb en Nueva York, Tokio, París, Montreal, Londres y Santiago de Compostela. En casi todas las ocasiones he seleccionado ‘Alojamientos entero’, ya que me gusta disfrutar de cierta privacidad, y compartir baño, por tema de higiene, es algo que prefiero evitar. Pero debo decir que, en las dos ocasiones que me he alojado con la opción de ‘habitación privada’ (en Londres y en Nueva York), he quedado gratamente sorprendida, ya que me he encontrado baños limpios, cómodos y bien equipados. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo un baño de hostal o albergue, que comparten decenas de habitaciones, que un baño compartido, a lo sumo, entre seis personas.
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– Elige bien al anfitrión: Si puedes seleccionar un super-host ,ni lo dudes. Los super host son anfitriones que, después de haber sumado cien noches con su estancia ocupada, mantienen un 90% en o más en respuestas de mensajes, y al menos un 80% de cinco estrellas en sus opiniones. Es decir, son anfitriones que han sido evaluados más veces, y la experiencia de un montón de viajeros avalan la veracidad del anuncio y la comodidad del alojamiento. Si no es super-host, tómate unos minutos para leer evaluaciones de huéspedes anteriores.
– Selecciona alojamientos con check-in autónomo: Cuando estás de viaje no siempre sabes a qué hora vas a llegar al alojamiento: puedes sufrir un retraso, perderte por la ciudad o simplemente cambiar de planes y sentarte a tomar un café. Lo último que necesitas, estando de vacaciones, es sumarte el estrés de tener que estar a un sitio, y a una hora, para recibir las llaves del apartamento. Con el proceso de check-in autónomo tu mismo coges las llaves de una cajita de seguridad cuando llegas al alojamiento. El anfitrión se encargará de mandarte las instrucciones (código de seguridad para abrir la caja, o cualquier otro sistema que utilice), así cuando tu llegues, sea la hora que sea, no necesitarás involucrar a nadie más.
– Jamás hagas pagos fuera de Airbnb: No contestes a mensajes que no vengan de Airbnb y no hagas pagos por transferencia bancaria, Paypal u otros métodos. Airbnb siempre realiza los cobros a través de su plataforma (en un solo pago o fraccionado, a elección del huésped), así que si después de realizar la reserva recibes un mensaje del anfitrión pidendote que realices el pago por otros medio, ¡no lo hagas! y denuncia, para que futuros huéspedes no caigan en estafas.
– Fíjate en la política de cancelación: Nunca sabemos si vamos a sufrir algún contratiempo que nos impida viajar, así que fijarte en la política de cancelación, puede ser recomendable. En el caso de Airbnb disponen de tres modalidades: Flexible, moderada y estricta. Te dejo enlace a toda la información.
Cuando nos alojamos en un hotel tradicional, si algo no funciona simplemente llamamos a recepción y nos lo solucionan. El principal miedo cuando comienzas a usar Airbnb es que tengas algún problema al llegar al alojamiento, y no sepas como resolverlo. Te voy a contar mi experiencia personal, de la única vez que he tenido un problema, y cómo debes actuar:
Cuando me alojé en un Airbnb en Londres, mi primera sorpresa fue que la calefacción de la habitación no funcionaba. ¡En Noviembre! Así que escribí al anfitrión, le comenté que la calefacción no funcionaba, y de camino, le pedí que me trajese una toalla extra para poder secarme el pelo. Me contestó que al día siguiente se pasaría a arreglarlo, así que esa noche nos tocó abrigarnos con una capa extra para dormir. Al día siguiente, mi toalla extra estaba sobre la cama, pero la calefacción seguía sin funcionar, por lo que volví a ponerme en contacto con él. Esa misma noche nos encontramos con que la luz del baño no funcionaba. A partir del primer o segundo mensaje no volví a saber nada del anfitrión.
Finalmente, cuando volví a casa, vi que Airbnb tenía la opción de solicitar reembolso, así que lo hice alegando los problemas que había tenido durante la estancia. Airbnb medió entre el anfitrión y el huésped (en este caso, yo), y llegamos al acuerdo de que me devolverían el 70% del importe pagado.
Airbnb me recomendó que, si alguna vez me pasaba algo similar, les escribiese a ellos durante mi estancia, ya que de esa manera podrían haber actuado in situ. Así que, aunque me consta que no es lo habitual, si tienes algún problema, esto es lo que debes hacer:
1 – Si tienes algún problema durante la estancia, escribe inmediatamente al anfitrión
2 – Si el anfitrión no te soluciona el problema, o no te responde, escribe durante tu estancia a Airbnb
3 – Si Airbnb no consigue solucionarlo en tu nombre, solicita el reembolso
Si tienes algún consejo extra o alguna experiencia que quieras aportar, ¡deja un comentario!
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