Situado al sur de la ciudad de Kioto, en la localidad de Fushimi, es uno de los santuarios más populares y visitados de todo Japón. Fue fundado en el año 711 y está dedicado a Inari, deidad japonesa originariamente del arroz, pero también de los negocios y el éxito en general. Visitar este santuario es un plan perfecto para aquellos que están de visita en Kioto, pero también te recomendamos acercarte si estás en otras ciudades cercanas, como Osaka, Nara o incluso Kobe.
La entrada es gratuita y está abierto 24 horas al día.
La recomendación es visitarlo temprano, ya que si quieres tomar fotos, o simplemente visitarlo, sin grandes aglomeraciones, es la mejor opción. Ten en cuenta que en ciertas zonas son caminos estrechos, que disfrutarás más en horas más tranquilas.
También puedes visitarlo de noche, cuando sin duda estará menos masificado. Nosotros solo lo hemos visitado de día, y creemos que es precioso por sus caminos, sus colores y la naturaleza, pero seguro que por la noche es otra experiencia totalmente distinta. Si decides visitarlo durante la noche, no olvides llevar ropa de abrigo y una linterna, ya que se encuentra en plena naturaleza.
⛩️¿Cómo llegar a Fushimi Inari?⛩️
Se trata de una zona muy bien comunicada, por lo que podrás llegar de manera muy cómoda y rápida.
- Desde Kioto: Debes tomar la línea de JR Nara, desde la estación de Kioto a la estación de Inari. Son solo los paradas así que en cinco minutos habrás llegado. Si no tienes prisa, incluso puedes llegar caminando desde Kioto, ya que está a unos 5 kilómetros y existen senderos que van junto al río.
- Desde Osaka: Para ir desde Osaka al santuario deberás hacer parada en Kioto. Toma la línea Tokaido desde Shin-Osaka hasta Kioto, y desde aquí la línea Nara.
- Desde Nara: Inari está en la línea Nara de shinkansen, por lo que tendrás trayecto directo desde Nara y unos 80 minutos.
⛩️ ¿Qué hacer en Fushimi Inari? ⛩️
El santuario de Fushima Inari es un recinto situado en plena naturaleza donde todo lo que tienes que hacer es pasear, relajarte, y disfrutar de sus toriis y edificaciones.
La bienvenida al santuario te la dará un enorme torii rojo. Un poco más adelante encontrarás la Puerta Romon, acceso principal al santuario desde que fuese donada en 1589 por el general Toyotomi Hideyoshi. Dice la leyenda que esta puerta fue una ofrenda que realizó cuando, tras rezas a la deidad Inari para que curase a su madre, que estaba enferma, ésta acabó por sanar.
A continuación llegarás a otro punto que suele ser visitado por turistas y locales; es el salón principal del santuario, o Honden, donde es tradición hacer una pequeña ofrenda a la deidad. Alrededor del salón principal encontrareis otras construcciones de estilos similares que también pueden ser visitadas. Como curiosidad, comentar que todos ellos acabaron destrozados por el fuego en la Rebelión de Onin en 1468, pero el santuario se reconstruyó al completo en 1499 con donaciones del pueblo.
Desde el santuario, y hasta la cima del monte Inari, encontrarás el camino de toriis rojos que tantas veces habrás visto en fotografías. Prepárate porque en persona es aún más impresionante. Su nombre es Senbon Torii, en japonés ‘miles de puertas torii’, y se calcula que hay más de 32.000 toriis. Todos ellos son donaciones y ofrendas que los fieles y las empresas (por eso del éxito en los negocios) hacen a los dioses para pedir favores o agradecer los mismos; todos son de color rojo, y están situados uno a continuación del otro, formando un colorido camino. En la parte posterior de cada una de ellas podemos encontrar grabado el nombre de la persona, familia o compañía que ha realizado la donación.
Durante tu paseo por el santuario seguro que verás un montón de estatuas de zorros. Esto es porque el zorro, kitsune en japonés, es el mensajero del dios Inari, por lo que también se les rinde homenaje a su figura y se les considera sagrados. Estas estatuas de zorros a menudo se encuentran representadas con una llave en su boca, para el granero que conserva el arroz.
Tardarás entre dos y tres horas en recorrer el Senbon Torii al completo y volver al inicio, el camino está muy bien indicado por lo que no tendrás problema. Durante todo el recorrido verás pequeños templos e incluso algunos restaurantes donde hacer un alto y recuperar fuerzas. Otra curiosidad es que uno ingredientes locales típicos es el tofu frito (aburaage), ya que se piensa que es la comida favorita de los zorros, y el plato típico es el Kitsune udon, un plato de fideos que toma su nombre de éstos.
Si llegas hasta el final del camino encontrarás el Okusha Hohaisho, o salón interior de plegarias, donde los fieles rezan a los dioses. Muchos dejan aquí como ofrendas pequeños toriis que pueden comprarse en el santuario (2500 yenes).
Sin duda, la de Fushimi Inari es una de esas visitas que no puedes pasar por alto en Japón. Intenta dedicare al menos medio día, porque te aseguro que no te arrepentirás.
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