No hay dos itinerarios iguales para conocer una ciudad; pero nosotros vamos a daros el nuestro. Aclarar que nosotros, durante nuestra visita a la ciudad, no visitamos ningún museo, ni subimos a ningún mirador; por lo que si queréis hacer estas visitas tened en cuenta la localización para poder optimizar los días al máximo, ya que las distancias son grandes.
Otra aclaración importante es que nosotros somos de levantarnos pronto, y volver a última hora al hotel; habiendo caminado un montón de kilómetros y aprovechando cada día al máximo. Si buscas un ritmo más tranquilo, quizás te convenga añadir algún día más a nuestro planning.
Dicho esto; éste fue nuestro itinerario para visitar Chicago en tres días.
Día 1: Zona centro
Nos gusta empezar por el centro de la ciudad, viendo lo básico que aparece en todas las guías. En nuestro caso, comenzamos visitando el Millenium Park; es buena idea que lo visites a primera hora, ya que es una zona muy turística. En este parque encontrarás la escultura Cloud Gate, más conocida como The Bean, que es uno de los símbolos de la ciudad. Frente a Cloud Gate encontrarás el Pabellón Jay Pritzker, diseñado por Frank Gehry; solo su arquitectura exterior merece la pena ser observada. También en el parque encontramos la Crown Fountain, del español Jaume Plensa. Y en otra zona del parque, a unos diez minutos a pie, la Fuente de Buckingham; uno de los monumentos más importantes de la ciudad de Chicago, inaugurada en 1927.
Saliendo del parque por su zona norte, y caminando en dirección al río, pasarás por el Chicago Loop, la principal zona financiera de la ciudad. Hay varios puntos turísticos entre sus calles, como la señal que marca el comienzo la histórica Ruta 66, la Union Station, estación central de la ciudad, o la Torre Willis, torre más alta de la ciudad, y la segunda más alta de Estados Unidos. Es el símbolo de Chicago y tiene un popular mirador que ofrece, además, la experiencia de colgarte sobre la ciudad (The Ledge).
Muy cerquita de allí debes visitar el famosísimo Teatro Chicago, con el luminoso que hemos visto en tantas imágenes de la ciudad. En estas calles encontrarás también una escultura de Picasso que se encuentra al aire libre en la 50 W Washington St.
A continuación camina hacia el río Chicago, el cual puedes cruzar por el puente DuSable (puente levadizo en funcionamiento desde 1920) y así llegarás a la Magnificent Mille. Esta es la principal zona comercial de Chicago, el equivalente a la Quinta Avenida neoyorquina o al Ginza tokiota. Aunque no te interesen las tiendas más caras, la zona es preciosa y la arquitectura increíble. Fue una de nuestras zonas favoritas para pasear. Allí se encuentra el 875 N. Michigan Avenue (anteriormente llamado John Hancock Center) que contiene el mirador 360 de la ciudad. Como curiosidad, entre los grandes rascacielos y los edificios centenarios tienes que buscar el Wrigley Building, cuya torre central está basada en La Giralda de Sevilla. Data de 1924 y fue un edificio pionero en el desarrollo urbanístico de esta zona.
Día 2: Zona norte
Lo más al norte que visitamos de la ciudad fue el Wrigley Field, casa de los Chicago Cubs, el equipo de béisbol de la ciudad. Cuando nosotros estuvimos en la ciudad no era época de liga ni había ningún evento, pero pudimos verlo por fuera y nos pareció muy bonito, ya fue construido en 1914 y conserva la misma estructura clásica. Es el segundo estadio en uso más antiguo del país, después de el de Boston. ¡Es como el de las películas americanas!
Paseando por estas calles llegamos a Logan Square, un barrio residencial con tiendas y restaurantes locales. Es como salir del bullicio de la gran ciudad. A lo largo de Milwakee Avenue encontramos varias piezas de street art que merece la pena visitar. Nuestra favorita, sin duda, el mural homenaje de Robin Williams (2047 N Milwaukee Avenue). Muy cerca de éste está el mural de Greetings from Chicago (2226 N Milwaukee Avenue), simulando una clásica postal. ¡No puedes irte sin sacarte tu foto frente a él! También en la zona, en 1651 W North Avenue hay un precioso mural de Kobra sobre Vivian Maier, fotógrafa y en el 401 N Milwaukee Avenue, uno de Michelle Obama.
Poniendo rumbo de nuevo a la zona centro, llegamos a Fulton Market, un antiguo barrio de almacenes que es ahora una zona de entretenimiento y sede de algunas grandes empresas. Hay restaurantes, cafeterías hipsters, y nosotros nos recordó mucho a la zona de Chelsea Market en Nueva York. Para los amantes de las hamburguesas como nosotros, la sede de McDonald’s se encuentra aquí, y tiene un restaurante dónde puedes comer productos de los diferentes McDonalds del mundo.
Día 3: Navy Pier, zona sur + visitas extra
Aunque el Navy Pier está en la zona centro, no lo visitamos el primer día para poder dedicarle más tiempo. Se trata de una zona de ocio al aire libre, con un pequeño parque de atracciones, restaurantes y museos. Está ubicado en un muelle construido en 1916, que durante de II Guerra Mundial fue zona de adiestramiento para la marina. El sitio, en la actualidad, es el lugar perfecto si viajas con niños ya que en el Children’s Museum se divertirán y aprenderán. Lo único que nos decepcionó de esta zona es que las atracciones nos parecieron excesivamente caras, pero la zona es muy agradable para pasear y pasar un buen rato. Desde aquí salen también un montón de tours para navegar por el lago Michigan (es tan grande que se te olvida que lo que estás mirando no es el mar), y contemplar el skyline de la ciudad.
De aquí puedes ir dando un paseo hasta Ohio Street Beach, una de las principales playas de la ciudad. Nos pareció impresionante estar en la playa rodeados de rascacielos. Aquí comienza Lakefront trail, un sendero de casi 30 kilómetros que discurre junto a la costa del lago Michigan. Aquí siempre encontrarás gente caminando, corriendo, montando en bici o simplemente disfrutando del aire libre. Nos encantó que una ciudad tan grande y urbanizada como Chicago, dispusiese de tantas zonas verdes y lugares dónde respirar.
Dejando la zona centro, te hablamos de dos barrios a las afueras que visitamos nosotros: Chinatown y Pilsen. Solo te recomendamos visitarlos en caso de tener tiempo suficiente, si no, nuestro consejo, es dedicar el máximo tiempo a los otros lugares de los que os hemos hablado.
El Chinatown de Chicago comenzó a construirse a mediados del siglo XIX, y si has visitado otros barrios chinos puedes imaginarte que encontrarás aquí. Es bastante más pequeño que otros Chinatown estadounidenses, como Nueva York o San Francisco.
El barrio de Pilsen es el barrio mexicano de la ciudad. Sus calles están llenas de murales, tiene muchas galerías de arte y por supuesto muchos restaurantes de comida mexicana en especial, y latina en general. Si eres un amante del arte callejero puedes contratar un tour de street art en Pilsen.
Un comentario